Había una vez un pececito llamado Punto que vivía en un hermoso arrecife de coral. Era un pez pequeño pero valiente que siempre estaba buscando aventuras. Un día, mientras exploraba los alrededores del arrecife, vio un agujero profundo que lo atraía irremediablemente. Punto decidió que tenía que investigar y descubrir qué había en el fondo del agujero.
Así que, con valentía y determinación, Punto comenzó a nadar hacia el fondo del agujero. A medida que se adentraba, la luz se hacía cada vez más tenue y el agua más fría. Pero el pececito no se detuvo, estaba decidido a llegar hasta el final.
Después de un largo rato, Punto llegó al punto más profundo del agujero. Allí encontró un hermoso tesoro que brillaba con todos los colores del arcoíris. Era una concha marina muy especial que había sido escondida allí hace muchos años.
Punto estaba muy emocionado al encontrar el tesoro, pero también se dio cuenta de que estaba muy lejos de su hogar y no sabía cómo regresar. Mientras pensaba en lo que debía hacer, vio una hermosa estrella de mar acercándose a él.
La estrella de mar se ofreció a ayudarlo y juntos encontraron el camino de regreso al arrecife de coral. Punto estaba muy agradecido y feliz de haber encontrado el tesoro y haber hecho un nuevo amigo.
Desde ese día, Punto aprendió una valiosa lección: que la valentía y la determinación pueden llevarte a lugares maravillosos, pero también es importante tener amigos que te ayuden cuando lo necesites.
Y así, Punto vivió feliz en el arrecife de coral, contando su aventura a todos sus amigos y disfrutando de la compañía de su nueva amiga, la estrella de mar.
La moraleja del cuento "Punto más profundo" es que la valentía y la determinación son importantes para alcanzar nuestros objetivos, pero también necesitamos la ayuda y la amistad de los demás en el camino. Siempre es bueno tener amigos en los que confiar y que nos apoyen en momentos difíciles. Además, explorar y descubrir cosas nuevas puede llevarnos a lugares maravillosos y sorprendentes.